jueves, 19 de diciembre de 2013

Reflexión acerca de experiencia de animación lectora


En primer lugar voy a referirme a los objetivos de la experiencia. La planificación fue realizada considerando las posibilidades de realizarla que tenía yo hoy en día. Además de eso, pensé que generalmente mis experiencias de animación se habían hecho en biblioteca, en actividades previamente planificadas o en visitas guiadas. Esta vez quise hacer algo más acercado a la realidad cotidiana, a la animación lectora que podemos trabajar con nuestros niños en la casa: hermanos, hijos, familiares. Por ello propuse trabajar con mis sobrinas a quiénes les comencé a leer hace un par de meses, luego de conversaciones con mi hermana en las que detectamos el fomento lector como una necesidad. En ese entonces también hablamos de la importancia que padres y abuelos tienen en este proceso: no todo lo puede hacer la profesora en el aula ni menos la tía que las visita cada cierto tiempo.

Esto último, considero que jugó en contra a la hora de realizar la actividad ya que no pude contar con el espacio más adecuado para “aislar” a las niñas de lo que ocurría en el resto de la casa ya que otros espacios de la misma estaban siendo ocupados por otros integrantes del grupo familiar, a veces sonaba el teléfono, la abuela estaba planchando en la misma habitación. Sin embargo, considero que lo positivo de ello, es que pese a esas variables, logramos una actividad grata y una participación activa de las niñas en la actividad y los mencionados son factores que efectivamente pueden ocurrir en un ambiente cotidiano por lo que no han de ser excusa para evitar o favorecer actividades de fomento lector. Sin embargo, de todos modos considero que es importante poco a poco ir acondicionando el espacio para hacerlo especial y diferente.

Creo que también me ayudó mucho conocer a las niñas con las que realicé la actividad ya que la llegada con ellas es fácil debido a nuestra relación cercana y a que esta es una actividad que ya habíamos realizado antes. Po otro lado, es importante destacar que el libro tuvo una buena acogida por lo que no hay que quitarle el mérito al autor. También podría mencionar que me fue fácil llevar a cabo el plan que tenía para realizar la actividad puesto que tenía estructuradas algunas preguntas y que el conocer el texto también me ayudó para hacer énfasis en las tonalidades o dar los tiempos adecuados a la observación de las imágenes.

Es importante destacar, de igual modo, que si bien una planificación es fundamental a la hora de realiza una actividad como esta ya que facilita la llegada a los objetivos que se buscan; también es importante adquirir con la práctica la destreza de potenciar los propios descubrimientos de los niños y desechar las ideas preconcebidas que no tienen cabida en la realización de la actividad ya que no debemos olvidar la importancia de abrirnos a los significados que los oyentes encuentran en las narraciones por sobre la consecución  de objetivos ajenos a ellos. Esto considerando que buscamos que ellos tengan experiencias gratas en torno a la lectura y no que se aprendan los cuentos de memoria ni comprendan lo mismo que nosotros.

Finalmente me gustaría mencionar que al principio le tenía un poco de temor al resultado de esta actividad ya que he visto cuentacuentos realmente experimentados que logran captar la atención de grandes y chicos solamente con su voz y algunas veces con algunos accesorios sutilmente escogidos para complementar la actividad. Sin embargo, me considero satisfecha pues las niñas no solo respondieron a las preguntas sino que también participaron de la narración, se fijaron en las imágenes, hicieron sus propias interpretaciones de la historia y los personajes y todo ello permite ver el cumplimiento de los objetivos planteados en la planificación de la actividad.