La mediación lectora requiere, en primer lugar, el gusto por los libros de parte de quién dirige las actividades. En este caso expondré algunos libros que si bien no he tenido la experiencia de leerlos en actividades de animación lectora, considero apropiados para ello pues, me agradan, y además me parecen muy interesantes de trabajar sobre todo en grupos de niños y jóvenes.
"Millones de gatos"
Wanda Gág.
Libros del Zorro Rojo, 2011
Este es un libro que llama la atención
por la fuerza de los colores puros que tiene su tapa, colores que en primera
instancia esperé encontrar dentro del texto. Para mi sorpresa, lo que descubrí
fue una historia con matices clásicos y que deja entrever su data (1928) a
través de un comienzo usual (“Había una vez…”) y un uso más bien tradicional de
la ilustración que acompaña la lectura del texto. Después de leer el libro
completo, considero que el uso del blanco y negro interior es adecuado pensando
en la simpleza con que todo está trabajado en el libro. Texto e imagen están a
un mismo nivel de entrega de información. El texto aporta sonoridad, ritmo,
poesía; la imagen entrega detalles visuales que si bien son mencionados por las
palabras, son ricos en texturas y formas, además de desatacar el uso de la
técnica del grabado para aumentar el efecto rítmico de la palabra. La autora
hace un uso del espacio que apoya y fortalece el ritmo de la narración,
empleando maravillosas doble-páginas que recorren el espacio tal cual lo hace
el protagonista y sus gatos a lo largo de la historia.
El autor busca entregar un
mensaje valórico al espectador, lo que hace a través de toques de humor y de
manera sutil, a través de hechos concretos que son narrados en el cuento. Es un
libro muy adecuado para ser leído en voz alta, sobre todo a niños pequeños que
fácilmente son atraídos a través de la reiteración de frases con las que ellos
mismos pueden ser partícipes de la narración. Me gustó mucho pues considero que
no es un libro ambicioso, sino simple en toda su amplitud, perfecto para
pequeños desde 5 años aproximadamente. Da la posibilidad de indagar en
temáticas complejas como la ambición, la belleza, la compañía, sin plantearlo
de manera violenta, agresiva, ni menos invasiva, sino a través del humor y la
simpática idea de verse rodeado de “cientos de gatos, miles de gatos, millones
y billones y trillones de gatos”
El
corazón y la botella,
Oliver Jeffers.
FCE, 2010
Este fue uno de los primeros
libro álbum que conocí hace un par de años, sin saber eso de la doble
codificación. Mi primera impresión, en ese momento, fue que el libro se trataba
de una mujer que cuando pequeña había sufrido por algo y encarceló su corazón
en la botella para que no le volviera a suceder, hasta que cuando quiso volver
a usarlo le costó un poco y tuvo que recibir ayuda para finalmente sacarlo.
Grande fue mi impresión cuando
descubrí que la herencia cultural literaria me estaba jugando una mala pasada
ya que, por la costumbre textual que arrastraba hasta entonces, había obviado
detalles que las imágenes entregaban y que me permitían darle un sentido nuevo
al libro. Había un personaje que no identifiqué pues no puse suficiente
atención a lo visual en el primer momento y que permitía entender por qué la
protagonista había decidido cuidarse del dolor, ¿de qué dolor? De la pérdida de
quién le heredó la curiosidad por el mundo. Me gustó aún más cuando descubrí
los secretos que en un principio había ignorado.
El autor nos propone un viaje
a lo más íntimo del dolor de la protagonista que pierde aquella figura que la
invitaba a soñar, a través de los ojos de una niña con la que comienza la
narración, para terminar en los ojos de otra niña –o tal vez la misma- con la
que termina la historia. Nos invita a ser curiosos como ella y recorrer hasta
el último rincón de la hoja para conocer en detalle a los personajes y sus
mundos internos.
"El
árbol rojo"
Shaun Tan.
Barbara Fiore Editora, 2010
La primera impresión que el
libro me dejó fue destacar el nivel de expresividad que el autor deja escapar
en cada una de sus ilustraciones. El libro me gustó muchísimo porque logra
muchas cosas. En primer lugar logra conmover a través de ilustraciones que engrandecen
los significados de las palabras hasta el punto de conmovernos. Estoy segura
que por lo menos una de las imágenes te hará pensar en aquel momento en que no
tienes esperanzas, esperas y esperas… las imágenes no solo están bien hechas en
cuanto a lo técnico, sino también en cuanto al logro editorial: en relación a
tamaños, ubicación, colores, impresión, todo. Y su relación con el texto es
magistral: ilustran el alma de un personaje que se encuentra agobiada, oscura y
nostálgica como los colores y los monstruos que aparecen al recorrer las hojas.
El autor nos da esperanza en
la vida, las usadas expresiones “después de la tormenta viene la calma” o “no
hay mal que dure cien años” desaparecen ante esta exquisita oportunidad de
reinvención de la esperanza que Tan nos regala a través de este conmovedor
libro en el que el color se emplea de manera inteligente, intnesa, expresiva.
“Axolotl"
Julio
Cortázar. En Final del Juego.
Alfaguara, 2007.
¿Cómo es ese extraño animal? Tal
como lo describe el personaje: increíble, a lo menos curioso, un poco mágico y por cierto, digno de un cuento
como este. “Axolotl” es un cuento que me gustó mucho, en primer lugar, por
darme la posibilidad de conocer este extraño bicho que me causó tanta
curiosidad como creo, debe haberle causado al escritor para llegar a una
historia como esta. Luego, es imposible no hablar de aquella magia con la cual
el escritor nos hace transformarnos a cada uno de nosotros –o ellos- desde ser
espectadores a ser los observados – o al revés.
Cortázar tiene la destreza de
cambiarnos de sitio (“La señorita Cora”, “La continuidad de los parques”) cada
vez que lo considera necesario. Lo bueno de ello es que pese a no ser su único
intento, esta vez lo logra desde un juego en el que nos sitúa en una vitrina
que sin darnos cuenta, gira, se transforma en espejo, cambiando el rol del
protagonista de manera sutil para llegar finalmente a transformarlo
completamente, al mismo tiempo que nos mueve a nosotros, lectores.
El texto me deja una sensación
de identificación, nos permite conocer a un personaje si bien no se describe en
el texto, se reconoce de tal manera en estos extraños, pensativos e infelices animales casi humanos,
levemente humanos, delicadamente vegetales que los descubre dentro de sí mismo,
en sí mismo, es uno de ellos.
En razón de esta temática con
tintes de identidad, de crítica, de búsqueda, considero que es un texto
adecuado para ser abordado en la adolescencia, desde los quince años aproximadamente.
Si bien su estructura narrativa presenta un grado de complejidad, puede ser uno
de aquellos desafíos literarios que Trelease nos invita a hacer con los
estudiantes a quiénes no debemos subestimar.
Bibliografía
Cortázar, Julio. “Axolotl” En Final del Juego. Alfaguara 2007
Gág, Wanda. “Millones de gatos”
Libros del Zorro Rojo, 2011.
Jeffers , Oliver. “El corazón
y la botella” FCE, 2010
Tan, Shaun. “El árbol rojo” Bárbara
Fiore Editora, 2010.
Trealease, Jim “Manual de la
lectura en voz alta” Fundalectura, 2004
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